Todas las generaciones están marcadas por expresiones culturales propias de su tiempo. Algunas de éstas calan profundo en las personas y trascienden el calendario sin perder la pertinencia. En la música, una de esas bandas que no ha perdido la intensidad, calidad y gusto lo es la Vivanativa. El 16 y 17 de septiembre celebraron sendos conciertos ante casa llena en el histórico Teatro Alejandro Tapia y Rivera en el Viejo San Juan. Estuvimos presente y queremos contarles lo vivido.
La velada comenzó cerca de las 6 PM con un “Meet and greet” con los integrantes de la banda. Muchas personas se dieron cita para compartir con ellos, saludarlos, felicitarlos y hacerse fotos. Luego de un rato agradable lleno de sonrisas, la banda se retiró para prepararse para su presentación. Las personas comenzaron a llegar al teatro llenando los tres pisos. Un público diverso, pero con una vibra en común se hizo sentir esperando con ansias lo que allí vivirían esa noche.
Luego de una pequeña espera, el sonido de la banda comenzó a sonar tras el telón que seguía abajo. Poco después se levantó poniendo al eufórico publico de pie. Celebrando la vida, el concierto comenzó con la canción “Es un nuevo día”; Seguido de un madley con las canciones: “Acho papá que qué”, “Luna ardiente” y aplastaste el gungulén”. Así mismo de “Si tú me quieres”. Con toda esa explosión de éxitos de la banda y esa energía, Javier Hiram, su cantante, habló para dar la bienvenida, saludar y agradecer al público por estar y el apoyo a través de los años. Al terminar esa comunicación con la gente, Javier presentó e invitó a su baterista y cantante Dina Michelli quien pasó al frente para cantar “No quiero olvidar” con su estilo y dulce voz la cual combinó con un rap que ella misma escribió y un remix con las canciones “Express Yourself” de Madonna y “Paradise City” de Guns N’ Roses.
Luego de esta intensa parte, el cantante de la banda presentó a cada uno de los miembros de esta pasando al frente a confundirse en un abrazo fuerte y sentido. Después de unas palabras de Javier sobre cómo comienza cada banda en un cuarto y marquesina solo a guitarra, éste junto con Nabee, fundadores de Vivanativa, pasaron a rendir homenaje a esos primeros pasos en la música desde su amado Quebradillas teniendo una parte acústica. El repertorio de este segmento estuvo compuesto por: “De San Juan a Quebradillas”, “Solo”, “No me importa”, “Sin ti”, “No te vayas”, “Eco en la eternidad”, “Conmigo más” y “Q”. Fue una parte intensa en historias que contaron, emociones, interpretación y el gusto al ver y escuchar a ambos tocar la guitarra como si éstas también cantaran llenas de melancolía.
En un cambió de energías, volvió la banda a tarima. El concierto continuó con las canciones: “Mi aguita amarilla”, “Mala maña”, “Me vuelas la cabeza”, “Sale directo” (Que contó de invitados con el guitarrista de Puya Ramón Ortiz y el cantante de La Secta Gustavo Laureano), “Cruzando puertas”, “Me sobra el agua” (La cual tuvo un intenso solo de guitarra por Nabee) y “Puro amor” con la cual se despidieron.
No había pasado un segundo de la última nota de la última canción cuando todo el público se puso de pie para pedir otra. Sin mucha espera, la banda regresó a tarima para tocar “El gallo”. En medio de la canción, Javier Hiram saltó de la tarima para fusionarse con el público mientras tocaba la armónica. Sin pedirlo, gran parte del público formó un “trensito” y lo acompañó a dar la vuelta a al primer piso del teatro. Daba gusto ver los rostros de felicidad y las personas bailando. Al regresar, interpretaron “Mariposa mía” para culminar una noche sublime.
El concierto de los 25 años de Vivanativa fue un viaje sincero, intenso e íntimo de la trayectoria de la banda. Cada canción una identidad y una historia. Cada nota una explosión personal y colectiva de ritmo cargado de momentos. Un gusto los sentidos y un sentido para el gusto observar a cada uno de los músicos vivirse lo que hacían. Sí, este concierto fue realmente un acto de puro amor.
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